De Samarcanda a Mazar-i-Sharif: un viaje por el país del hachís

Map of Afghanistan 1965.
Map of Afghanistan 1965.

De Samarcanda a Mazar-i-Sharif: un viaje por el país del hachís

La Ruta de la Seda no es sólo una ruta trazada en la tierra por las huellas de mercaderes y peregrinos; es una arteria viva, animada por los recuerdos de quienes la han recorrido. Durante siglos, no sólo ha transportado seda y especias, sino también ideas, creencias y tradiciones. Entre ellas, el cultivo del cannabis, una planta que ha encontrado su lugar en los rituales y la vida cotidiana de los pueblos de toda Asia Central. Hoy, gran parte de este patrimonio ha desaparecido, borrado por las mareas de la historia y la política. Y, sin embargo, en Afganistán, la llama de esta antigua tradición sigue ardiendo brillante e inquebrantable.

Esta es la historia de un viaje -desde el esplendor de la cúpula azul de Samarcanda hasta las polvorientas calles de Mazar-i-Sharif-, una peregrinación al corazón de la cultura del hachís. Es una historia de contrastes: entre el pasado y el presente, entre lo que se ha perdido y lo que permanece. Y, como todos los viajes, está salpicada de momentos de sorpresa, reflexión y encuentros inesperados: una historia que tendrás que leer íntegramente en mi libro «Afghanistan, Fortress of Cannabis.».

Contexto histórico: el legado del hachís en Turkestán

La región histórica de Turquestán, que incluía partes del actual Uzbekistán, Tayikistán, el noroeste de China y el norte de Afganistán, fue famosa en el pasado por el cultivo de cannabis y la producción de hachís tamizado. Ciudades como Samarcanda y Bujara eran famosas por su hachís de alta calidad, que se comercializaba a lo largo de la Ruta de la Seda y era importado por los británicos al subcontinente durante la época del Raj británico.

Sin embargo, la invasión soviética y las políticas posteriores, sobre todo la Convención Internacional del Opio, provocaron el declive del cultivo de cannabis en Uzbekistán y otras partes de Asia Central. Afganistán, en cambio, consiguió preservar sus tradiciones, convirtiéndose en el último bastión del patrimonio de hachís del Turkestán.

Samarcanda: Ecos de un mundo olvidado

Samarcanda es una ciudad que luce su historia como una corona. Sus cúpulas turquesas y sus intrincados mosaicos evocan una época en la que era la encrucijada del mundo. Aquí, a la sombra del Registán, las caravanas descargaban antaño sus tesoros y el aire se impregnaba del olor de las especias, el té y el hachís. El cultivo de cannabis en Samarcanda, Bujara y Khiva era antaño célebre, una tradición tan finamente tejida como las alfombras que adornaban los bazares.

Pero el tiempo, como el viento que barre la estepa, tiene una forma de borrar lo familiar. La era soviética, con su puño de hierro, desarraigó gran parte de este patrimonio. En las teterías de Samarcanda, donde antaño se reunían poetas y comerciantes, sólo queda un leve susurro de lo que fue. El hachís que circulaba libremente por estas calles ha desaparecido, dejando tras de sí sólo los fantasmas del recuerdo.

Paseando por la ciudad, sentí el peso de esta ausencia. Samarcanda es hermosa, sí, pero es una belleza teñida de melancolía, ya que los renovados monumentos antiguos parecen impresos en 3D, como una canción tradicional en Auto-Tune.

Registan
Registan

Cruzar el Amu Darya: en el corazón de Afganistán

Desde Termez, la ciudad fronteriza donde el Amu Darya marca la frontera entre Uzbekistán y Afganistán, entré en otro mundo. El aire parecía más pesado, los colores más brillantes. El paisaje, agreste e inquebrantable, reflejaba la resistencia de las gentes que lo habitan. Aquí, las tradiciones de la Ruta de la Seda no se han olvidado; se han conservado, como un tesoro oculto al mundo.

Map of Afghanistan 1965.
Map of Afghanistan 1965.

La carretera a Mazar-i-Sharif es un viaje en el tiempo. Los pueblos a lo largo de la carretera eran sencillos, sus muros de adobe se confundían con la tierra. Sin embargo, en estos modestos lugares florecía el cultivo de hachís, transmitido de generación en generación.

Mazar-i-Sharif: en el corazón de la cultura del hachís

Mazar-i-Sharif es una ciudad de contrastes. Sus calles bullen con el ajetreo del comercio, pero en su corazón hay una sensación de calma y atemporalidad. Aquí, las tradiciones del hachís no son reliquias del pasado, sino parte integrante de la vida cotidiana. En las casas de chillum, los hombres se reúnen para compartir historias y risas, con los rostros iluminados por el resplandor de la pipa. El hachís que fuman es más que un placer; es un vínculo con su herencia, un hilo que les une a sus antepasados.

Yo era un extraño en un mundo que me parecía a la vez ajeno y familiar. Sin embargo, los habitantes de Mazar me acogieron con una generosidad que me hizo sentir humilde. Compartieron sus historias, su comida y su hachís, ofreciéndome una visión de una cultura que ha perdurado contra viento y marea.

Balkh: la cuna de la historia

A poca distancia de Mazar se encuentra Balkh, una de las ciudades más antiguas del mundo. Sus ruinas atestiguan el paso del tiempo, pero su espíritu permanece intacto. Visité los talleres donde se fabrica el hachís, el aire impregnado del olor a cannabis. Los artesanos trabajaban con una destreza que parecía casi mágica, sus manos transformaban la planta en bruto en algo sublime.

Balkh es un lugar donde la historia está viva, donde el pasado y el presente coexisten en delicado equilibrio. Nos recuerda que, incluso frente al cambio, algunas cosas perduran.

Principales etapas de la ruta

Sholgara: una joya escondida en las montañas

Enclavada en las estribaciones del Hindu Kush, Sholgara es un destino pequeño pero importante para los entusiastas del cannabis. El pueblo está rodeado de campos de cannabis y algodón, donde los agricultores cultivan algunas de las mejores cepas de la región.

Tashkurghan: una encrucijada de cultura y cannabis

Situada a lo largo de la antigua Ruta de la Seda, Tashkurghan es un crisol de culturas y tradiciones. Los mercados de la ciudad son un centro neurálgico del comercio, y sus casas chillum son animadas y acogedoras.

Una diversión inesperada: la sombra del KGB

El viaje no transcurrió sin contratiempos. A mi regreso a Termez, fui detenido por el servicio de seguridad nacional uzbeko, heredero del KGB soviético. Durante una semana, me vi atrapado en una red de burocracia y sospechas, un extraño en un país que cada vez me parecía más ajeno. La experiencia fue inquietante, pero también me recordó las complejidades de esta región, donde el pasado nunca está lejos de la superficie.

He reservado la historia completa de este encuentro para mi libro «Afghanistan, Fortress of Cannabis Es una historia de tensión, paranoia y resolución, de giros inesperados que hacen que el viaje sea a la vez difícil y gratificante.

La importancia del cultivo de cannabis en Afganistán

El cultivo de cannabis en Afganistán es más que una curiosidad: es un testimonio de la resistencia del espíritu humano. En un mundo que a menudo busca la homogeneización, es un recordatorio de la belleza de la diversidad, de las tradiciones que nos convierten en lo que somos.

Este viaje, de Samarcanda a Mazar-i-Sharif, no fue sólo un viaje físico, sino también un viaje a través del tiempo y la memoria. Fue una oportunidad para descubrir una cultura que ha sobrevivido contra viento y marea, y para conocer a personas cuyas vidas están marcadas por la tierra y sus tradiciones. El cultivo de cannabis en Afganistán es más que una curiosidad: es un testimonio de la resistencia del espíritu humano.

Descubra el viaje a través de mi álbum de fotos y mis fotos

Para quienes deseen profundizar en este mundo, les invito a descubrir mi libro de fotos titulado «Afghanistan, Fortress of Cannabis A medida que pasen las páginas, descubrirán no sólo la belleza de la cultura afgana del hachís, sino también las historias de las personas que la mantienen viva. Este libro es una celebración de un modo de vida antiguo y perdurable, un homenaje al espíritu de la Ruta de la Seda.

Photography book cover showing a man sieving dry cannabis in Afghanistan, symbolizing the country's traditional hashish culture.
Discover the art of hashish traditions in Afghanistan with this exclusive photography book

Para los que no entiendan inglés, con el libro físico se incluye una versión digital en español. El texto completo de 10.000 palabras ha sido traducido (por un traductor humano), ¡y es accesible en todas sus pantallas!

Cultura afgana del hachís ilustrada en la portada del libro «Afganistán, fortaleza del cannabis».
Viaje al corazón de la cultura cannábica afgana – Portada del libro electrónico «Afganistán, fortaleza del cannabis».

Además de libros, ofrezco una gama de productos fotográficos, entre ellos :

  • Camisetas: Demuestra tu amor por la cultura cannábica afgana con mis camisetas exclusivas.
  • Pósters y postales: Perfectos para entusiastas y coleccionistas de cannabis.
  • Impresiones Fine Art: Lleva la belleza de la cultura cannábica afgana a tu casa con mis impresiones artísticas de alta calidad.

Epílogo: El camino continúa

La Ruta de la Seda no es un camino que termina; es un viaje que continúa, llevado a cabo por quienes lo recorren. De Samarcanda a Mazar-i-Sharif, el camino está salpicado de historias, cada una de ellas un hilo en el mosaico humano. Y mientras haya personas que busquen comprender, conectar y recordar, el camino nunca terminará realmente.

Si estás listo para sumergirte en el mundo de la cultura del cannabis afgana y centroasiática, no te pierdas mi libro de fotos y productos relacionados. Haz clic aquí para explorar mi colección y llevar un pedazo de esta fascinante historia a tu vida.


error: Content is protected !!